"Dibujar es sacar a pasear una línea" Paul Klee

martes, 25 de diciembre de 2012




Nací y cogí un lápiz.

Antes de aprender el lenguaje de las palabras, antes de saber el nombre de las cosas... aprendí a hablar con dibujos. No para esperar aplausos o aprobación. No para contemplarlos con orgullo colgados en una pared. Ni siquiera para ganar dinero con ellos después. Aprendí a hablar con dibujos para encontrarme en ellos. Para saber qué era el mundo y quién era yo en él. Algo así como contemplar ese infinito inabarcable que me define en cada uno de mis trazos, en cada una de mis manchas, en cada pequeña forma de inspiración surgida de un simple lápiz.

Hoy sigo en la búsqueda, aunque sabiéndome solo vehículo y no conductor. La expresión gráfica es ahora un pulso entre lo reconocido y lo desconocido. Una especie de intento, a veces sereno y otras veces desesperado, por iluminar rincones secretos en mí. Algo así como invocar al sueño dentro de la vigília. En un viaje vivido de expansión creativa, sin pretensiones, sin objetivo final, solamente sumido en la realidad del suceso, mientras ocurre en un papel.

Observando mis dibujos, me observo a mí mismo y siempre acabo sintiendo que todo lo que veo soy yo. Ese yo escondido que habita el vasto paraje inacabable del inconsciente, asomado con inquietud al abismo insondable de la propia existencia.

Siento que mis dibujos no me pertenecen del todo. Siento que lo que en ellos observo es la simple expresión de mis vivencias, de mis sueños y fantasías, de mis experiencias cumbre y de mis oscuros descensos hacia el vacío. Son solo retazos de una vida más, que hoy se expresa en mí, pero que pertenece al mundo en su global necesidad colectiva de hallar un cierto sentido a través de la potente fuerza de la creatividad.


       Barcelona, 25 de Diciembre de 2012

                                                                                    Sergi Cànovas Blanch

No hay comentarios:

Publicar un comentario